miércoles, 1 de octubre de 2014

Mi Bella Dama [Capítulo 35]

Isabela con lágrimas en sus ojos, se acerca con lentitud hacia Luciano y lo besa. Después de unos segundos, al ver que él no le corresponde y solo guarda silencio sorprendido, Isabela se desprende él y sale de allí con prisa. Luciano reacciona y va tras ella. Al alcanzarla, la toma del brazo, la gira hacia el y la mira a los ojos directamente. Sin dudarlo, se acerca a Isabela y la besa con dulzura. La bella dama le corresponde. Desde lejos, la cámara los enfoca en el medio de la sala del hospital. Las personas van pasando con lentitud. Ellos dos aún no se separan se ese intenso beso.

MÁS TARDE
MARQUESINA


Isabela y Luciano guardan silencio, están sentados en la banca que tiene la marquesina de paradero de bus. Isabela decide empezar a hablar. Los autos van pasando.



Isabela: ¿Vas a decir algo? (Sonríe)

Luciano (pensativo): Isabela… ¿Qué es lo que quieres de un chico como yo? ¿Por qué te preocupas por mí?

Isabela: (le sonríe sincera) Porque me gustas. De eso me he dado cuenta y no pienso negar mis sentimientos, estando contigo. Sé que te sorprende, pero está bien (se acerca más a él cruzada de piernas).

Isabela y Luciano se toman de manos, muy sonrientes.

CASA SMITH
JARDÍN

Flor camina de un lado para otro, muy ansiosa y esperando alguna noticia de Luciano. Pepita está presente.



Flor (preocupada): Espero que no le haya pasado nada a Luciano… No sé por qué no me dejaste ir.

Pepita: No te preocupes, seguro en este instante debe estar acompañado de la señorita Isabela.

Flor (se sorprende): ¿Qué dices?

Pepita: Ah sí, no te había contado que Lupe cuando me llamó, me contó que ya había llamado antes a Isabela. Seguro ahora deben estar juntos. No creo que Luciano se haya herido tanto. Bueno hija, me debo ir ya. No puedo dejar mucho rato la florería sola. Nos vemos más tarde.

Flor: Está bien mamá, cuídate.

Pepita sale de la casa. Flor sigue preocupada por Luciano y un tanto molesta por estar acompañado con Isabela.

Flor: Me pregunto, ¿dónde estarán? Y solos…

La muchacha sale de su casa y se sorprende al ver no muy lejos, a Isabela y Luciano venir, tomados de la mano.

Flor (extrañada): ¿Eh? ¿Qué hacen tomados de la mano? (le suena el celular y contesta con prisa). ¿Hola? (la persona de la otra línea habla). Está bien, iré para allá aunque ya se está haciendo cada vez más tarde… No te preocupes… Hablamos ahorita.

Flor molesta, guarda su celular y decide esconderse, para evitar encontrarse con Isabela y Luciano. Cuando ambos terminan de llegar a la casa y entran, Flor sale de su escondite y se va.

UN MOMENTO DESPUÉS
BAR

Gonzalo está casi ebrio en un bar, sentado en las sillas de la barra de atención. En un momento, Flor llega, como Gonzalo se lo indició en la llamada principal. Ella se acerca a él y se sienta a su lado.



Gonzalo: Te llamé porque me siento algo solo, no tengo con quien más hablar. ¿Quieres una bebida?

Flor: No, gracias. No es tiempo para beber. Como te lo dije la otra vez, Luciano e Isabela cada vez están más juntos. Los vi ahorita llegar a casa, tomados de la mano. Eres el novio de ella, ¿por qué no haces nada? (Molesta).

Gonzalo: No puedo hacer nada. Odio que el mayordomo Castaño se meta en la relación entre Isabela y yo, pero no puedo hacer nada. De alguna manera, se deben de querer. ¿Quién soy yo para impedirlo?

CASA SMITH
JARDÍN

Isabela y Luciano están sentados en la banca que está ubicada en el jardín de la casa Smith. Él acaba de colgar, después de haber hablado con Pepita por celular.



Luciano: Al parecer, Pepita va a llegar tarde porque fue a la florería y tiene muchos clientes. Y por lo que nos dimos cuenta, Flor tampoco está.

Isabela: Tal parece que todos llegarán tarde (ríe).

Luciano: Eh sí (también ríe). Creo que es mejor que entremos, hace frío y tú debes de tener sueño.

Isabela asienta con la cabeza tímida. Ambos se levantan de la cama y entran a la casa, se separan por dos lados opuestos. Isabela al entrar a su habitación temporal, se queda pensativa en Luciano. La cámara se parte en dos. En la ora parte, Luciano también ingresa a su cuarto, pensando en Isabela. Los dos sonríen.

ACERA DE LA CARRETERA

Flor está ayudando a caminar a Gonzalo, que está completamente ebrio.



Flor (desesperada). ¡Abogado, camine tú solo! ¡Gonzalo!

Pero él no responde debido a su estado. Flor aprovecha al ver un hotel pequeño. A fuerzas, entra con él allí y después, ocupa un cuarto, no sin antes haberlo pagado con la dueña del pequeño hotel. La joven acuesta a Gonzalo en una cama y luego, se sienta en ella.

Flor: (a Gonzalo) Gonzalo, ¿estás bien? (ve que no reacciona). ¡Gonzalo! Ah… Me voy ya. Pagué el cuarto de hotel por esta noche, ojalá puedas recuperar mi dinero, eh.

De repente, Gonzalo empuja a Flor hacia él, quedando los dos muy juntos.

Gonzalo: (confundiéndola con Isabela) Isabela… No te vayas.

Flor: (trata de soltarse) No… No soy Isabela. ¡Suéltame!

Flor logra zafarse de Gonzalo y después, le desaprieta la corbata que está usando, con el fin de que no le incomode al dormir. La muchacha se asusta cuando Gonzalo se despierta y se levanta, mirándola fijamente.

Flor (avergonzada): Eh… No es lo que piensas, es solo que intentaba soltarte un poco la…

En ese momento Gonzalo se para de la cama y va al baño corriendo a vomitar. Flor va tras él para ayudarle.

CASA SMITH
JARDÍN

Luciano está sentado en la misma banca del jardín. No puede dormir y salió un rato de la casa. Al mirar hacia atrás, ve como Isabela también sale y luego se sienta a su lado.



Luciano: ¿Tampoco puedes dormir?

Isabela: (sonríe) No… Y veo que tú tampoco. Es que además, pienso en Gonzalo.

Luciano: ¿Te sientes mal por él? (después de una breve pausa). Yo también pienso en él y me siento mal como tú, pero no puedo ocultar que me siente feliz estando a tu lado (le toma las manos). Ojalá no pudiera dejarte nunca.

Isabela abrazada a Luciano con sinceridad. Al día siguiente, la cámara los enfoca abrazados y dormidos en la misma banca. Se despiertan al instante de que sienten la presencia de Pepita.



Pepita (sorprendida): ¿Qué hacen aquí?

Luciano: (se levanta de la banca) Eh, lamento Pepita que nos hayas encontrado aquí. Creo que nos quedamos aquí dormidos cuando hablábamos anoche (sonríe avergonzado).

Luciano se retira de allí y se dirige para su cuarto.

MINUTOS MÁS TARDE
HOTEL
CUARTO 9

Flor está acostada en la cama del cuarto del hotel. De repente despierta y se inquita al ver que Gonzalo no está ahí.



Flor: (se para de la cama): ¡Ah, me quedé dormida! ¿Y para dónde se supone que fue ese chico? ¡Desagradecido! Después de haberlo ayudado tanto. Debí mejor haberlo dejado tirado en ese bar (molesta).

CASA SMITH
CUARTO DE LUCIANO

Isabela curiosa entra al cuarto de Luciano. Se dirige para la cama de él y se da cuenta que está dormido.



Isabela (extrañada): ¿Tendría sueño? ¿Por qué se terminó durmiendo? (le toca la frente). Tiene fiebre… ¿Será por el accidente que tuvo ayer?

Se empiezan a enfocar varios momentos. Gonzalo está pensativo en la oficina de su trabajo. Por otro lado, se ve a Luciano con un paño en la frente para calmar la fiebre, Isabela está a su lado. Flor se encuentra en Tenna Shoes, la empresa de Adela, haciendo bocetos de zapatos, pero un tanto distraída.



Finalmente, se ve de nuevo a Isabela y Luciano, juntos en un parque infantil. Ambos están platicando en la casita que tiene el parque. Él aún tiene una venda en la mano.

Isabela: ¿Recuerdas cuando hace tiempo me ayudaste a conquistar a Gonzalo? Cuando me dabas consejos (Luciano asienta con la cabeza). Sentía que sí estaba enamorada de él, pero no era así. Tal vez solo era capricho, él debe pensar lo mismo. Me dejó abandonada en los momentos más complicados. Ahí es cuando apareciste tú, eh (ambos ríen). De todas maneras, me siento mal por él.



Luciano: Pero no debes de hacerlo. No te preocupes, el amor eterno no existe. Solo cambia.

Isabela: ¿También cambiará para nosotros? (él la mira). Si será así, tengo miedo.

Luciano: Ya lo veremos (le sonríe). Mejor pensemos en tu situación con don Humberto. Te aconsejo que busques trabajo o hagas algo por el momento, así él se sentirá orgulloso de ti y su corazón se ablandará.

Isabela: Sí, tienes razón. ¡Entonces, vamos!

La cámara enfoca varios lugares en los que Isabela está yendo acompañada de Luciano a buscar trabajo. Llegan a una escuela de jardín y Luciano aprovecha al verla con falta de pintura, para pedirle trabajo a la profesora. Ella no le asegura nada. Luego llegan a un lujoso restaurante, después de irse resignados, entran a un almacén de modas y finalmente se acercan a un cartel que está frente a un bar.

Isabela: (a Luciano) ¡Mira! Creo que lo encontré (le señala el cartel). Ahí dice que pagan bien, dan comida y alojamiento.

Luciano (molesto): ¿Qué? ¿Te enloqueciste? Eso es en un bar. No permitiré que les sirvas comida y bebida a los hombres borrachos.

Ambos se van de aquel lugar y luego entran a un centro comercial. Isabela ve un vestido de moda, saca su celular y acto seguido, le toma una foto. Más tarde, se ve a la bella dama en la casa de Flor y Pepita, con una laptop. Está sentada en la banca del jardín, publicando la foto que tomó del vestido, el cual le gustó mucho, y publicando varios mensajes en su página oficial. Luciano se acerca a ella y se sienta a su lado.

Isabela: ¿Lo ves? Me estoy proponiendo. Ando publicando mensajes, asegurando que pronto regreso. En fin, mejor hablemos de otra cosa… ¿Cuándo es tu cumpleaños?

Luciano: ¿Por qué la pregunta tan de repente? (hace una pausa). Es el 23 de junio de 1980.

Isabela: Entonces naciste en verano. ¿O invierno?

Luciano: Ambos, solo se diferencian por el hemisferio norte y sur (sonríe). ¿Y tú cuándo cumple años?

Isabela: El 25 de mayo de 1988. Me llevas ocho años (ríe). Ahora respóndeme tu tipo de sangre y estación del año. ¿Ah y entonces qué signo zodiacal eres?

Luciano: No entiendo por qué quieres saber tanto de mí. Deduciré que somos novios.

Isabela: De hecho lo somos (sonríe).

Luciano: Qué bueno (también le sonríe). Respecto a tus preguntas… Soy tipo B, me gusta el otoño y soy cáncer.

En ese momento entra Flor a la casa. Luciano va hacia ella.



Flor: Por lo que me doy cuenta, ambos tienen una relación ¿no? Lo escuché todo. Pero allá tú, ya verás cuando te recalque lo lastimado que saldrás con esa mujer (entra a la casa del todo).

Luciano se vuelve a acercar a Isabela, y en ese momento le suena el celular.

Luciano: (contesta) ¿Hola? (pausa). ¿En serio? (la persona de la otra línea habla). Sí, aceptamos, muchas gracias… Sí… Estaremos allá en unos minutos… (Cuelga) Me acaban de llamar a informarme que podemos pintar la escuela a la que fuimos. ¡Entonces vamos!

CASA DE CARLOS

La familia de Carlos: Él, Adela y Cecilia, a excepción de Felipe, están sentados en un sofá, frente a una mesa pequeña de vidrio, en donde hay una laptop.



Carlos: Tal parece que está muy animada Isabela. Hasta mensajes está publicando, de que regresará pronto.

Adela: ¿Será que Humberto está planeando permitir que regrese a la mansión?

Cecilia (preocupada): Siendo así, ¿qué haremos?

Carlos: No se preocupen, el triunfo de Isabela San Miguel no será por siempre. Si vemos que regresa, vemos como se vuelve a ir (ríe).

ESCUELA INFANTIL

Isabela y Luciano se encuentran en el jardín de la escuela infantil. Frente a ellos está la profesora.



Isabela: ¿Entonces debo pintar éste lugar?

Profesora: Sí señorita, pero solo es ésta pared, la principal y la más visible (le señala una pared). No se preocupe por su ropa, nosotros le prestaremos una para que no se tenga que manchar la suya. Espero que hagan un buen trabajo (sonríe y se va).

Isabela: (a Luciano) ¿Cómo crees que haré esto? ¡Es muy difícil!

Luciano: ¿Crees que ganar dinero es fácil? Empecemos ya, te voy a ayudar. Hay que tratar de tener cuidado para no mancharnos mucho en las brazos y piernas. ¡Manos a la obra!

Un momento después, se ve como Isabela y Luciano pintan la escuela. Él le ayuda a pintar la pared de un azul claro, mientras ella toma varias pinturas y va haciendo flores, árboles, pasto y aves. Luciano le continúa ayudando. Más tarde, ambos les pintan las manos a los niños y los ayudan a cargar para que dejen su huella en la pared. Todos ríen felices y emocionados.

CAFETERÍA

Flor y Gonzalo están tomando café. Él se disculpa con la primera por haberse ido con decir nada.



Gonzalo: Disculpa por lo que hice, me fui sin decirte adiós, ni agradecerte.

Flor: Está bien, te disculpo. Pero… ¿Por qué bebiste tanto?

Gonzalo: Estoy avergonzado por mi actitud de anoche. Espero que puedas olvidarlo.

Flor: (sonríe) Lo haré. Mejor cuéntame, ¿te rendirás tan fácil con Isabela? (bebe café).

Gonzalo: (después de beber un sorbo) ¿Qué más puedo hacer? Creo que Isabela y su mayordomo se aman de verdad.

Flor (molesta): ¡No te puedes rendir tan fácilmente!

Gonzalo: ¿Y qué hay de ti? Eh. ¿Te rindes tan fácil con Luciano? Sé bien que también estás enamorada de él (ríe).

Flor: Pues ya que lo sabes… Por supuesto que no, no lo voy a dejar ir tan fácil, y menos estando al lado de alguien como Isabela San Miguel.

Gonzalo: Pues bien, ahora debo irme Flor. Nos vemos después. Adiós.

Gonzalo le sonríe a Flor y luego sale de la cafetería. Ella se queda un tanto pensativa.

ESCUELA INFANTIL
SALIDA



Isabela: Muchas gracias (le sonríe y la profesora le entrega el dinero). Hasta luego.

La profesora también se despide de Isabela y entra a la escuela. Isabela se acerca a Luciano emocionada.

Luciano: ¿Qué hiciste para recibir este pago?

Isabela: ¿¡Eh!? No sabes lo duro que trabajé. ¿No viste lo felices que estaban los niños? Ah, ya sé. Tienes envidia ¿no? (ríe).

Luciano: Claro que no. Mejor ve a casa y espérame ahí. O mejor, reunámonos de nuevo en el parque de ahorita. Tengo que ir a ver a don Humberto.

Isabela (sorprendida): ¿Es en serio?

Luciano: Por supuesto, como soy tu mayordomo principal, debo reportar tus movimientos (se iba a ir pero Isabela lo detiene).

Isabela: ¡Espera! Dile al abuelo algo bueno de mí.

Luciano: ¿Acaso has hecho algo bueno? (Bromea)

Isabela: ¡No seas así! Es solo para que se siente orgulloso de mí.

Luciano: Mmm, está bien. Nos vemos al rato (se va).



Isabela también se va, pero de un lado opuesto. Entra a un centro comercial y en la sección de moda, toma varias cosas de ropa. Luego se acerca a la cajera.

Isabela: Envuelva esto por mí, por favor (ve una cajita de collares).

Cajera: (envolviendo las cosas de Isabela) Esos son collares del zodiaco, están muy populares de hoy en día. Si tiene novio, él se pondrá muy feliz al tener uno.

Isabela recuerda la fecha de cumpleaños de Luciano y después, compra un collar del signo zodiaco Cáncer, el de Luciano.

MANSIÓN SAN MIGUEL
ESTUDIO

Luciano y don Humberto están sentados en el estudio de la mansión, en dos lados opuestos y frente a ellos, está el escritor.



Humberto (sorprendido): ¿Entonces Isabela está trabajando duro?

Luciano: Así es don Humberto, está cambiando para bien. Es ahora más seria y no tan caprichosa como antes.

Humberto: Qué bien mayordomo Castaño, todo es gracias a ti. Puedes decirle que mañana mismo puede regresar a la oficina, y a casa también. Ya es tiempo.

Luciano cambia la mirada, pues no se siente muy bien al saber que no estará más con Isabela, pero luego cambia de opinión ya que al ser su mayordomo, de todas maneras podrá estar a su lado. Minutos después, Luciano está saliendo de casa. Lupe lo acompaña con un maletín pequeño.

Lupe: (a Luciano) Por favor entrégale esto a Isabela, es la ropa que usará mañana cuando regrese a la empresa San Miguel.

Luciano asienta con la cabeza, sonríe y se despide de Lupe, luego se va, sin haberse dado cuenta ninguno de los dos que atrás, había un espía, sin embargo no se percata de ello.

PARQUE DE LA CIUDAD

Isabela está pasando por un parque de la ciudad. Está llevando varios paquetes, de las compras que hizo. Al subir unas escaleras que hay allí, casualmente se encuentra con Gonzalo. Ambos se miran sorprendidos. Un momento después, los dos están platicando en el mismo parque.



Isabela: Siento lo de la última vez…

Gonzalo: No te preocupes, le dije a mis padres que debías ir a ver al hospital a un… Amigo. No puedo negar que le caíste muy bien. Y por eso, te esperaré.



Isabela: No Gonzalo. Lo siento por ti, pero no lo hagas. Me sentiré mal…

Gonzalo: No tienes que sentirte mal (sonríe). Sé que tienes dudas, pero me aferraré a ti. Al final, vas a volver a mí. Ahora debo irme Isabela. Por favor… Cuídate.

Gonzalo se va del parque, dejando a Isabela un tanto desesperada, pero no convencida por lo que le aseguró él. La muchacha suspira. Más tarde, Isabela entra a la casa Smith. Flor y su madre Pepita están doblando ropa en el jardín.



Flor: ¡Wow! Veo que tu bondadoso mayordomo no está contigo.

Isabela: ¿Por qué siento que me echas indirectas? En fin Flor, les traje esto (le entrega una caja a Pepita). Es pan. Lo compré con el dinero que gané, muestra de mi duro trabajo (sonríe). Más tarde regreso... (Se va)

Pepita: ¡Oh, es tan amable! (saca un pan y come).

PARQUE INFANTIL
ATARDECER

Luciano está esperando a Isabela en el parque infantil. En eso Isabela llega.



Isabela: (se acerca a Luciano) ¿Por qué Flor se mantiene molesta conmigo? Siempre con sus indirectas, pero lo mejor es ignorarla, ¿verdad? Para no armar tanto problema (lo toma de gancho).

Luciano: Sí, tienes razón. Haces bien en no armar problema. Mejor pídeme algo. Pídeme cualquier cosa y te la concederé (se van acercando a unas escaleras del parque infantil para salir de él).

Isabela: ¡Está bien! Cárgame (ríe). Y luego vamos a ese lugar extraño que está cerca de casa, que al frente tiene río. ¿Sabes cómo se llama?

Luciano: Ni idea. Pero me vas indicando, eh.

Luciano se hace en posición para cargar a Isabela. Ésta se sube en él y empiezan a subir las escaleras. Ninguno de los dos se dan cuenta que no muy lejos, está el mismo espía, tomándoles fotos. Se escucha el sonido del obturador, al tomar una o varias fotos. Más tarde, los dos están sentados en una banca, frente a un río que queda cerca de la casa de Flor y Pepita. Ya es de noche.

Luciano: ¿Entonces es aquí donde querías llegar?

Isabela: Así es, tal vez te suene un poco infantil, pero desde pequeña me gustaba venir a mirar el movimiento del río, en frente de la luz de la luna. Genial ¿no?

Luciano: Sí, me parece muy bien por ti (sonríe).

Isabela: Luciano… Eres el único que has estado a mi lado, y que me ha apoyado. Por eso te quiero tanto… (Avergonzada ríe) Te suena ridículo ¿no? (Ambos vuelven a reír). Ah, lo olvidaba. Tengo algo para ti.

Isabela saca del bolsillo del saco que tiene, el collar zodiaco de Cáncer que le compró a Luciano. Después de mostrárselo a él, se lo pone en su cuello y le sonríe.

Isabela: Y a partir de ahora, no te vas a ir de mi lado sin mi permiso ¿de acuerdo? Es decir, está prohibido que te alejes de mí.

Minutos más tarde, los dos están caminando por el mismo lugar. Isabela está tomada de gancho con Luciano.

Luciano: Tú eres Géminis y yo Cáncer. Ambos son “vecinos”, están muy cerca. Qué casualidad ¿verdad? (Ríen y se detienen). Isabela, hay algo que debí haberte dicho antes… Mañana puedes regresar a casa. Al haber hablado con tu abuelo, me comentó sobre eso y que también puedes regresar a la oficina.

Isabela: Me toma por sorpresa esto… Pero tú regresarás conmigo ¿cierto?

Luciano: Por supuesto que sí. Pero… Estoy casi seguro que el hecho de que seamos novios, termina en este momento (triste). Tal vez nos afecte, pero dudo que nos acepte la sociedad, y tu abuelo…

A ambos se les nublan los ojos. Isabela y Luciano se unen en un sincero abrazo.

AL DÍA SIGUIENTE
CASA SMITH

Luciano termina de arreglarse en su habitación, se queda algo pensativo. Por otro lado, Isabela también se está arreglando, maquillándose, mientras se mira al espejo.



La bella dama tiene un vestido azul que le llega hasta la altura de las rodillas, y su cabello está brillante y muy bien arreglado. Un momento después, los dos van a salir de casa pero se despiden de Flor y Pepita, quienes están desayunando en el comedor de la casa.



Luciano: Hasta luego a las dos, la señorita tiene una reunión.

Pepita: Que les vaya bien chicos, mucha suerte (sonríe).

Isabela: No olvidaré todo lo que me ayudaron, así que en el futuro, se los pagaré el doble. A Flor le daré algún trabajo preferencial en mi oficina para que tenga que renunciar a la empresa de la odiosa de Adela.

Isabela sonríe y se va de la casa junta con Luciano.

MÁS TARDE
EMPRESA SAN MIGUEL
OFICINA DE CARLOS

Las luces de la oficina de Carlos están apagadas. Solo se ve un reflejo que entra por la puerta, la cual está abierta. El espía entra allí.



Carlos: (al espía) ¿Si las trajiste?

El espía le entrega un sobre, él lo abre y va pasando las fotos que le tomó a Isabela y Luciano cuando estaban juntos.

Carlos: Muy bien (ríe cínicamente). Esos dos estarán “muertos” ahora (vuelve a reír).

El espía le entrega unos documentos, los cuales pertenecen a Luciano y también varias hojas de periódico, que tienen una foto de Isabela y Luciano, junto con una nota.

Carlos: ¡Muy bien! (ve el periódico). Vamos a ver que van a hacer cuando todos se enteren de esto. Supongo que los periódicos están circulando por la ciudad ¿no? (mira los documentos).Y la hoja de vida del mayordomo, perfecto… (Se sorprende mientras lee). Tiempo atrás, fue seductor de mujeres, gigoló.

EMPRESA SAN MIGUEL
CORREDORES

Isabela y Luciano están caminando por los amplios corredores de la empresa San Miguel. Se van dirigiendo a las escaleras eléctricas, para Isabela subir y llegar a la sala de juntas.



Isabela: Qué emoción saber que de nuevo estaré en la oficina. Espero que me vaya bien.

Luciano: No te preocupes, estoy seguro que te irá a ir muy bien.

Isabela: Gracias… ¿Me esperarás afuera?

Luciano: Por supuesto que sí.

Isabela: Espero que no desaparezcas, eh. Entonces subo ya…

Isabela sonríe y empieza a subir las escaleras eléctricas hasta llegar a la sala de juntas. Entra y se sienta en su lugar, no sin antes saludarlos a todos.



Humberto: ¿Por qué aún no ha llegado el representante San Miguel, Carlos?

Empresario: No lo sabemos, pero podemos seguir con la reunión.

Humberto: Está bien. Como todos sabemos, éste es el primer día de la directora, Isabela San Miguel, después de regresar a su trabajo. Cometió algunos errores en el pasado, sin embargo me he podido dar cuenta que ha hecho un arduo trabajo, como lo muestra su tienda online de Internet (a Isabela). Directora San Miguel…

Isabela: ¿Sí, Presidente?

Humberto: (sonriéndole) Debes de hacer un reporte de algunas cosas de la empresa, para recuperar en parte tus días perdidos. ¿De acuerdo? (Isabela asienta con la cabeza).

Isabela: (a todos) Estoy muy feliz de estar aquí, y de verlos a todos. Ahora, empezaré con una introducción. Hubo un buen incremento de ventas de mi trabajo en la tienda online, por lo que para mí, ya no es tan difícil llegar hasta 15%, como se los prometí en una ocasión pasada. Además…



De repente, Isabela es interrumpida por Carlos, quien entra a la sala de juntas en compañía con otros empresarios más, asociados a él. Carlos lleva varias hojas de periódico en sus manos y trae una cara muy seria, aparentando.

Humberto (molesto): ¿Por qué entran de esta manera? ¡Han interrumpido a mi nieta!



Carlos: Descuidé los buenos modales Presidente, porque ha habido un gran impacto en nosotros.

Humberto (extrañado): ¿De qué hablas? ¿Cuál impacto?

Carlos: Bueno… (Mira a Isabela)

Isabela: ¿Tiene algo que ver conmigo?

Carlos (serio): Por supuesto que sí…

Humberto: Entonces habla de una vez. Nos tienes ha todos muy desconcertados.

Carlos les entrega varias hojas de periódico a sus asociados, éstos empiezan a repartírselas a todos. Él también le da una a don Humberto y a Isabela.

Humberto: (leyendo el título del periódico) La sucesora del grupo San Miguel, Isabela San Miguel, novia de su mayordomo Luciano Castaño.

Carlos: (haciéndose el lamentado) Creo que la prensa estará aquí pronto. Deberá disculparse Presidente.

Humberto: (a su nieta muy) Isabela… Explícame de inmediato lo que está pasando.

Carlos: Lo siento don Humberto, debí tratar de parar estas noticias.

Humberto: (a Carlos muy agitado) ¡No te quedes parado! ¡Tienes que traer al mayordomo Castaño! ¡Alguien me debe explicar! (Isabela se levanta de su puesto y sale de allí). ¡Isabela! ¡Isabela! Ah… (Se toca el corazón).

Isabela afuera, baja corriendo las escaleras de la empresa. Cuando está abajo, mira fijamente a Luciano.



Luciano (extrañado): ¿Pasó algo?

Isabela: Huyamos…

Luciano (desconcertado): ¿Qué?

Isabela: Sí… ¡Tenemos que escapar!

Isabela toma a Luciano del brazo y sale corriendo con él de la empresa.

CONTINUARÁ…

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