Flor y Pepita creen que Luciano sí secuestró a Isabela.
Ella, llega a su mansión, allí su abuelo la esperaba que está muy enojado por todos los escándalos que Isabela ha causado.
Los oficiales de policía pensaban llevarse a la cárcel a Luciano pero don Humberto obliga a Isabela a llamar y retirar la denuncia, por lo que Luciano salió de la estación. Al día siguiente, Pepita llega a su casa y le dice a Luciano y a su hija Flor que Isabela va a comprar la propiedad de ellos. Luciano muy enojado va a la mansión de Isabela y allí trata de enfrentarla, pero "los mayordomos de siempre" se lo impiden.
Luciano los golpea y sale corriendo, encontrándose con don Humberto quien estaba regando las plantas. Luciano lo confunde con un jardinero y le pregunta si ahí si ve Isabela, pues no estaba tan seguro.
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